Los pagos se situaron en 51.729 millones de euros, un 9,9% más, mientras que los ingresos sumaron 45.176 millones de euros, lo que supone una caída del 19,6%. Así que el déficit se sitúa en 8.467 millones.
La recaudación ha caído un 12,6%, hasta 64.924 millones, mientras que los gastos han aumentado un 13,5%, situándose en 54.349 millones.
Los impuestos directos cayeron un 4,7%, entre los que destaca la disminución de un 11,7% del IRPF por el descenso de las retenciones de trabajo a causa de la debilidad del mercado laboral.
Los ingresos por impuestos indirectos se recortaron un 27,5%, especialmente por el retroceso de un 33,6% del IVA, ante el desplome del consumo y la actividad.
Las devoluciones por IVA, en los cuatro primeros meses del año se registraron 13.500 millones, 5.000 millones más que en el mismo periodo del año anterior.
C.M.P
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