Respuestas en la agricultura, a la crisis alimentaria.

La agricultura familiar sería una de las opciones a fomentar como una de las medidas a ejercer para paliar la crisis mundial, devolver al lugar que corresponde a la agricultura con medidas como la comercialización corta (del agricultor al consumidor), serían soluciones factibles en este terreno. La agricultura es la base primordial de la alimentación y economía de una nación y por lo tanto de su fortaleza, ya que de su adecuada explotación y rendimiento nacerá la autosuficiencia y capacidad de eludir cualquier tipo de crisis que no venga dada desde dentro sobre todo del tipo alimentario, con la importancia y relevancia que conlleva. No es sano depender del resto y menos para comer.
La utilización de terrenos, que antes eran usados para alimentación humana, para el cultivo de materia del tipo biocombustible, hace que el precio de los alimentos suba. Los que ya pasaban hambre pasaran más y los que no la pasábamos empezaremos a pasarla.
También la entrada en nuestro mercado de consumo de países asiáticos con especial incidencia de dos potencias demográficas como son China e India, empeora la situación, ya que antes no eran consumidores de determinados alimentos y ahora sí lo son, o sea, que donde comen 3 no siempre comen 4.
La reducción de la inversión en materia de investigación agraria, la disminución de stocks de seguridad en algunas potencias productoras, la menor disponibilidad de tierra arable destinada a cultivos alimentarios, todo influye.
Algunos problemas son totalmente recientes y han empeorado la crisis y la han convertido en descontrolada. El fenómeno de la especulación y acaparamiento o las restricciones a las exportaciones impuestas por más de 30 países, que ha tenido consecuencias devastadoras en el caso del precio del arroz, un alimento básico para los hogares más pobres, son temas a tener en cuenta. También es de suma importancia y que hasta ahora no había influido por no existir a la escala actual, la profunda y extendida globalización, y en consecuencia la interconexión de los mercados energéticos, financieros y alimentarios.
No se puede resolver una situación atendiendo a generalidades, no todos somos iguales, hay diferencias entre regiones y economías, y ello se debe tener en cuenta para poder optar a soluciones reales. Una medida sería el fomento del cooperativismo, sin olvidarnos del papel fundamental de la Agricultura familiar.
La comunidad internacional y el sistema mundial de regulación y gobierno de la agricultura y alimentación no están preparados para hacer frente a una crisis como la que estamos viviendo.
Carecemos de mecanismos de coordinación y regulación, de sistemas de información para alertar sobre este tipo de crisis, faltan sistemas de información para el seguimiento de ésta e instrumentos para atajarla una vez se detecta.
Para eliminar el corte en la exportación de alimentos ejercido por determinados países no hay reglas ni mecanismos para impedirlo y sólo cabe tratar de convencer a dichos países. O mejor aun, frenar la globalización, el igualitarismo y el uso como corralillos o huertas satélites de otros países que no son el propio.
Mientras tanto habrá crisis y habrá quien pase hambre.

Carmen Padial.