PSOE y PP si falso uno, falso el otro también.

En Getafe tiene un enfrentamiento PSOE y PP, no es nada nuevo, lo sé; pero es tan evidente el uso vil del dolor más profundo del pueblo por estas carroñas disfrazadas de libertades (propias) que hay que denunciarlo.
Al parecer el PSOE tacha de oportunista una propuesta del PP de poner nombres de victimas de E.T.A a las calles de un barrio que es nuevo.
Pedro Castro, alcalde de Getafe y socialista, dice que ellos pensaron poner el nombre del Quijote y de la II república, que ya estaba decido y que así debe seguir. El gobierno de dicho municipio es una coalición de PSOE-IU.
Y es que ¿cuándo pensó el PP poner nombres de victimas a las calles? ¿Cuántos años lleva E.T.A matando a gente sin que nadie haya dicho de poner sus nombres a calles? Simplemente ahora conviene, ¿porque? Porque María San Gil ha dejado tras su marcha un reguero de dudas en los votantes peperos, ahora hay que demostrar como sea que es el PP el defensor de los perseguidos y asesinados por E.T.A.
El PSOE muestra la mezquindad propia de él y sus miembros y miembras, nada nuevo, ni fuera de lo común, ¿Qué se puede esperar de quienes hablan con asesinos por colgarse medallas? ¿y de los que lo hacen y niegan hacerlo levantando el dedo acusador hacia el contrario, como el PP?
De llevarse a cabo la iniciativa de poner el nombre de las victimas a calles, sería la primera en España.
Qué pena, ¿verdad? Porque en esta España de odios, hoy te dedican el nombre de una calle y tras el paso de 30 años te la quitan, así que no es nada de valor lo pasajero y el falseo, el mejor homenaje es acabar con esas ratas estercoleras independentistas, sus maricas separatistas y sus putas nacionalistas, pero a ellos no les interesa, ¡pero si encima entrenan a los cachorros callejeros de toda España!, cachorros que cuando ya son mozos y se “calman”, engrosan las filas de los partidos que legalmente se presentan a elecciones y dan la mano al ministro de turno a las puertas de la Moncloa.

En nuestros corazones hay muchos rincones con los nombres de las víctimas, y eso no se olvida y no nos lo quita nadie.

Arawn.