El frenazo en seco de la construcción lleva meses enfriando las ventas de todas las industrias que participan en el equipamiento del hogar, con consecuencias en la producción y en el empleo.
Roca, ha iniciado ya negociaciones con la plantilla para plantear la extinción de 398 contratos.
Se verán afectadas sus plantas de Gavà-Viladecans (Barcelona), Alcalá de Henares (Madrid) y Alcalá de Guadaira (Sevilla). El Expediente de Regulación de Empleo (ERE), todavía no presentado, afectará igualmente al personal de oficinas de Barcelona.
La empresa, que en España y Portugal suma 5.900 empleados y que busca en su expansión exterior el oxígeno para compensar la atonía del mercado español, centrará los despidos en los trabajadores de entre 55 y 64 años.
Roca, que el año pasado tuvo unas ventas de 1.788 millones de euros y un beneficio de 104 millones, atribuye el expediente al "desfase insostenible" entre las ventas y la producción que está sufriendo raíz de la caída de la construcción desde el segundo semestre de 2007, que se "ha agudizado" en lo que va de 2008, y que ha tenido un impacto "notable" en su facturación.
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