Evidentemente este dato irá en aumento a medida que la crisis vaya aumentando, o dejando su huella en las ya mermadas economías de muchos hogares que han podido tirar de ahorros o aun conservaban sus puestos de trabajo ambos progenitores, no así los que no han tenido esa suerte.
Hacer frente a la crisis no es dar cobertura a los bancos, cajas y demás organismos crediticios o dispensadores de capital, la opción sería hacer que esa inyección de dinero se condujera a la creación de puestos de trabajo o al menos evitar que los hogares sucumban ante la pobreza tan habitual en el sistema capitalista que nos oprime a todos, menos a los que les sobra y disponen los poderes.
El año pasado se recaudaron más de 244 millones de euros, un 45% más que en 2007 por medio de la aportación que se hace marcando la casilla de gasto social en la declaración de la renta. A pesar de ello no llegan las ayudas a todos los que la precisan, se malgastan, en vista de lo poco que rinden, o son mal repartidas en muchos de los casos, ejerciéndose discriminaciones positivas hacia colectivos inmigrantes, en detrimento de los necesitados nacionales.
Las peticiones de ayudas sociales se han disparado en los últimos meses en un 40% y debemos tener en cuenta que, en el caso de la infancia, los datos son aun peores, ya que uno de cada cuatro niños está sumido en la pobreza en nuestro país. No es necesario ver niños más morenitos, o cruzar el charco de una lado, o de otro, las necesidades también se viven en nuestro país, señal más que clara de que las cosas no se están haciendo como se debe, ni es nuestro sistema un sistema de bienestar, puesto que es creador de más desigualdades, solo hay que pasearse por una calle u otra para verificar mi afirmación.
Mientras que este sufrimiento exista en nuestras calles, las cosas no se estarán haciendo como se deben, y el cambio de formas de gobierno e ideas serán una necesidad imperiosa para millones de seres humanos.
Carmen M. Padial.
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