Este excremento de aspecto humano, estuvo abusando de sus hijas durante un cuarto de siglo, como fruto de estas atrocidades nacieron 9 hijos, pero quedaron en estado en 19 ocasiones de los abortos sufridos unos fueron naturales y otros provocados.
De los nueve bebés que nacieron, dos murieron tras el parto. Cinco de los que viven son de la hija mayor y dos de la menor.
Sus violaciones dieron comienzo 1981, él tenía 56 años y sus hijas contaban con 8 y 10 años de edad en aquel entonces.
El Tribunal de Sheffield, en el norte de Inglaterra, ha sido el que ha emitido el dictamen de 25 penas de cadena perpetua para este desalmado.
Ante el tribunal, el acusado contó que obtenía placer con el daño que hacía a sus hijas, a quienes amenazaba violentamente si se negaban a tener relaciones sexuales con él.
Eran habituales los actos de crueldad hacia las víctimas, como chamuscarles los ojos y los brazos con el fuego del gas o ponerles un cuchillo en la garganta.
Fueron las mismas hijas del condenado las que un día decidieron romper con ese infierno y buscaron ayuda, fue en el mes de junio.
Las chicas han llegado a afirmar: “Ya no podrá tocarnos más”, "Su ingreso en prisión nos da la seguridad de que él no podrá tocarnos físicamente nunca más”, “El sufrimiento que ha causado permanecerá durante muchos años y ahora debemos concentrar nuestros esfuerzos en encontrar la fuerza para reconstruir nuestras vidas", han señalado.
C.P
De los nueve bebés que nacieron, dos murieron tras el parto. Cinco de los que viven son de la hija mayor y dos de la menor.
Sus violaciones dieron comienzo 1981, él tenía 56 años y sus hijas contaban con 8 y 10 años de edad en aquel entonces.
El Tribunal de Sheffield, en el norte de Inglaterra, ha sido el que ha emitido el dictamen de 25 penas de cadena perpetua para este desalmado.
Ante el tribunal, el acusado contó que obtenía placer con el daño que hacía a sus hijas, a quienes amenazaba violentamente si se negaban a tener relaciones sexuales con él.
Eran habituales los actos de crueldad hacia las víctimas, como chamuscarles los ojos y los brazos con el fuego del gas o ponerles un cuchillo en la garganta.
Fueron las mismas hijas del condenado las que un día decidieron romper con ese infierno y buscaron ayuda, fue en el mes de junio.
Las chicas han llegado a afirmar: “Ya no podrá tocarnos más”, "Su ingreso en prisión nos da la seguridad de que él no podrá tocarnos físicamente nunca más”, “El sufrimiento que ha causado permanecerá durante muchos años y ahora debemos concentrar nuestros esfuerzos en encontrar la fuerza para reconstruir nuestras vidas", han señalado.
C.P
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