El desalmado fingía no ver bien, aprovechándose del buen corazón de las victimas que le creían y ayudaban a llegar al portal más cercano, para leer los nombres del timbre, según figura en el escrito fiscal, como él les solicitaba a las víctimas. Una vez delante del portal, el hombre llamaba a los timbres y decía que era el cartero, para que le abrieran la puerta. Tras ello, introducía a las niñas en el interior del portal y entonces intentaba abusar de ellas.
Las menores conseguían apartarle y huir del lugar, o les pedía que se quedaran y que les diera un beso, y en alguna ocasión les pidió hasta el número de teléfono móvil.
Los hechos transcurrieron en Valencia y con niñas de entre 10 y 15 años de edad. Intentó abusar y agredir sexualmente a 11 menores, a dos de ellas en dos ocasiones distintas, entre noviembre de 2005 y octubre de 2007.
A este “hombre” se le considera presunto autor de tres delitos de abusos sexuales; otros cuatro delitos de agresiones sexuales; tres delitos más de exhibicionismo; y uno de abusos sexuales en grado de tentativa. El fiscal pide una pena de 28 años de cárcel y que indemnice a las víctimas con entre 600 y 3.000 euros. El acusado tiene antecedentes por robo con violencia y por defraudación de fluido eléctrico. Una pieza vamos.
La mayoría de las menores reconocieron a su agresor en la rueda de reconocimiento, mientras que otras lo señalaron con dudas, y alguna otra niña no logró reconocerlo.
El “presunto” aseguró que estaba "enfermo" y pidió ayuda para tratarse, reconociendo alguno de los hechos que se le imputaban.
Las menores conseguían apartarle y huir del lugar, o les pedía que se quedaran y que les diera un beso, y en alguna ocasión les pidió hasta el número de teléfono móvil.
Los hechos transcurrieron en Valencia y con niñas de entre 10 y 15 años de edad. Intentó abusar y agredir sexualmente a 11 menores, a dos de ellas en dos ocasiones distintas, entre noviembre de 2005 y octubre de 2007.
A este “hombre” se le considera presunto autor de tres delitos de abusos sexuales; otros cuatro delitos de agresiones sexuales; tres delitos más de exhibicionismo; y uno de abusos sexuales en grado de tentativa. El fiscal pide una pena de 28 años de cárcel y que indemnice a las víctimas con entre 600 y 3.000 euros. El acusado tiene antecedentes por robo con violencia y por defraudación de fluido eléctrico. Una pieza vamos.
La mayoría de las menores reconocieron a su agresor en la rueda de reconocimiento, mientras que otras lo señalaron con dudas, y alguna otra niña no logró reconocerlo.
El “presunto” aseguró que estaba "enfermo" y pidió ayuda para tratarse, reconociendo alguno de los hechos que se le imputaban.
¡Qué fácil excusarse en la enfermedad, sobre todo si añade un atenuante en un delito!
Carmen Padial.
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