CxLE

Horario sede del MSR Madrid.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

¿Pornografía infantil, abuso de menores, sexo con niños?

Detrás hay más dolor del que uno se pueda imaginar. Toda justicia sería nada para lo que merece quien ve con buenos ojos o no digamos consumir o practicarlo.
En silencio una madre llora. Llora y se juzga culpable, la peor de las condenas se aplicaría. ¿Pero quién podrá redimirle de lo que erróneamente se culpa?
Y tan solo fue culpable de amar a quien no debía y hasta un límite que la heriría el alma por siempre.
No conforme con una vida de maltratos, el que era su esposo fue descubierto ante sus mismos ojos, abusando de su pequeña. Tres años tenía ¿hay dolor más grande?
Ninguno de sus golpes, ninguna de las heridas podría dolerle tantísimo.
Si, es posible desear matar a alguien, con el ansia del caminante del desierto. Ella lo sintió y casi lo hizo, pero él era más fuerte, siempre lo fue, al menos en sus brazos, sus gritos, sus golpes.
A pesar del miedo tomó la decisión que debió tomar la primera vez que le alzó la voz de esa manera aterradora, que le encogía el alma y hacía temblar como hoja sin sostén.
Huyó, con sus hijos, un día al volver no la encontró en su casa, su cárcel, su infierno y el de sus pequeños sin saberlo.
Y yo la historia la conozco desde el comienzo del fin, desde que consiguió librarse del maltratador.
Ella estaba en un centro de acogida para mujeres maltratadas, maltratada ella y sus dos niños, uno de 3 años y otro de 9 meses.
Ambos sufrieron los abusos de su “padre”, lo que su madre sufría poco importaba, era adulta y los años curten el alma. Sus niños…tristes sombras de lo que se debe ser con esos añitos, separados del resto, con pesadillas constantes, nerviosos, a veces agresivos, temerosos de todo adulto, un beso se les tornaba el preludio de otro infierno a manos de otro “mayor”, porque se sentían objetos, cosas que el adulto usa y no entienden porque y para que, les hacen las cosas que les hacen.
Y era su papa ¿Qué esperar del resto? ¿Es acaso más nimio el dolor si es de un extraño? ¡Cuánto llanto les escuché ofrecer!… ¡cuánto temblaban si les abrazabas hasta comprobar que era eso, solo un abrazo y nada más!
Siempre se sentirán objetos, y crecerán con ese dolor y esa amputación temprana de su inocencia por el asqueroso proceder de alguien que era mayor y daba por hecho que un niño no entiende y que si él disfruta todos lo hacen.
El placer del pederasta, condena a muerte la inocencia del niño y le ofrece la cadena perpetua del dolor, de algo que él no ha hecho.
Hay mundos para los que unos prefieren tener los ojos cerrados y así pensar que no existen, otros dicen “son libres” siendo cómplices de la existencia de ese mundo, otros castigan con el azote al que merece la misma horca, otros elegimos luchar para borrarlos de la faz de la tierra y de la misma conciencia del que no es y del que es un aberrante ser que practica dichos actos en contra de la infancia.

PENA DE MUERTE PARA EL PEDERASTA Y EL PEDÓFILO.

Carmen Padial.


No hay comentarios: