LA SINDICAL INMIGRANTE SE ORGANIZA A NIVEL EUROPEO.
Mientras algunos duermen no entre laureles, más bien entre estériles debates, la sindical inmigrante se organiza.
Este colectivo se queja del trato que reciben en los centros de internamiento (CIE) y que se les vulnera sus derechos humanos, y pareciera que humanos son solo ellos, ¿Qué pensarían si fuéramos nosotros a disfrutar de lo que ellos tuviesen y que para colmo no les sobrase?
A costa de sus derechos los nuestros desaparecen sobre todo si se esgrime el término racista en un acto de defensa o una pequeña disputa, o si usas solo el español en un lema para una manifestación.
Se están sucediendo múltiples manifestaciones y hay 580 organizaciones, activistas y sitios en internet difundiendo y apoyando un paro general europeo de inmigrantes y autóctonos precarios (esto será para quedar bien) para final de mes.
Ya han tenido una huelga de este tipo en Jaén, inmigrantes sin papeles se pusieron en huelga indefinida; en Francia también, el día 16, varios centenares de sin papeles se manifestaron frente al Ministerio de Trabajo en Paris exigiendo la regularización.
El sindicato obrero inmigrante prepara más denuncias para la fiscalía, que se les da muy bien eso de denunciar (¿quién pagará abogados?), contra sindicatos policiales por negar su huelga de hambre en Aluche y como no, porque dicen que impidieron su “ejercicio al derecho constitucional a la huelga”… de hambre.
Van a meter una denuncia dentro de la denuncia y añadirla a la anterior, pidiendo medidas urgentes para la protección al inmigrante, para evitar que les maltraten o les expulsen de manera “apresurada” de España a los residentes en los CIE.
Amenazan con ir incluso al Alto Comisionado de las Naciones Unidas por si la Fiscalía General del Estado no investiga que se haga un correcto cierre de estos centros y se les trata como a ellos les dé la gana que se les trate, claro.
A parte del paro general, dicho colectivo ha decidido movilizaciones de diversa índole, dicen que pacíficas, para todo el mes de mayo. Acciones descentralizadas, de boicots, más denuncias públicas y judiciales para cuestionar ante la opinión pública a la justicia, pretenden así frenar los brotes de xenofobia y racismo que se están creando.
Entienden que el uso de la violencia les crea mala fama, que no van a seguir usándola, que no cambia nada porque justifican “la tortura del estado hacia las minorías inmigrantes”.
Arawn.
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