Un aborto cada medio minuto y una separación cada 27 segundos.

En dos de cada tres hogares de Europa no hay ningún niño correteando. Una de cada cinco personas es mayor de 55 años.
¡Qué desolador panorama para la cuna de la civilización!, de cuna hemos pasado a tumba, tendremos que creer en la reencarnación o el resucitar porque caeríamos en el suicidio colectivo. Con tristeza he de afirmar que España, para más Inri es donde más ha crecido el número de asesinatos en el útero materno y las rupturas matrimoniales.
El número de asesinatos pre natales se ha incrementado en un 99%, las rupturas en un 290% en tan solo diez años, del 1996 al 2006. Desde Bruselas se nos tira de las orejas por el paupérrimo gasto realizado por parte del Estado a la familia y por no tener un Ministerio dedicado a la familia, es mejor el de igualdad que alimenta el enfrentamiento y cojea solo de un lado. Tal vez el dinero destinado a las operaciones transexuales hubiera venido bien a las familias o madres que optan por el aborto ante el no poder hacer frente al cuidado de su futuro hijo por el desamparo del gobierno, o ese dinero que se destina a colectivos inmigrantes que sirve para dar lustre a sus costumbres en detrimento de las nuestras, gente como el colectivo gitano que todos saben que ninguna intención tiene de cambiar, gente como la de SOS racismo que defiende a la victima de la intolerancia selectivamente estafando con su mismo nombre, tanto y tanto dinero que se lanza al pozo de la inutilidad o el bolsillo que ya esta lleno…
En Europa se asesina a un niño aun por nacer cada medio minuto y los matrimonios se rompen cada 27 segundos.
Las medidas de los gobiernos para paliar esta situación es alentar los abortos, dar más “libertades” a las hembras irresponsables sin pensar en esos niños, a los que se les roba el 1º derecho con el que uno es, el de nacer. Ante el invierno demográfico matamos a los niños, pero traemos inmigrantes que los sustituyan, rompemos las unidades familiares sin pensarlo puesto que en las sociedades de consumo hasta eso se consume y se cambia, que siempre es mejor algo nuevo ¿no?
Algunos están consintiendo la extinción de los europeos, si hablásemos de la extinción del cisne blanco (también propio de Europa) miles de ONG´S alzarían la voz y se encadenarían a un árbol, se crearían leyes para la protección del espécimen europeo y habría penas de cárcel para quien dañase a alguno. Pero es un animal, no un ser humano, no es lo mismo ¿verdad?
Por fortuna hay gente que cuida del europeo, hay quien no teme represalias por defenderlo, por preservar su espacio vital, su modo de vida, sus costumbres, sus variedades que tanto le enriquecen, a pesar de que haya leyes que le impidan hacerlo. Paradójicamente el que se supone que está en la cúpula de la pirámide animal (el hombre) es el más mísero huérfano en derechos, sobre todo, si se es europeo.

Arawn.