Esta declaración ha sido hecha por el asesor de temas medioambientales del Gobierno británico, Jonathon Porritt.
Y yo le mando a la porra a dicho asesor, ¿Cómo se atreve a decir semejante barbaridad con el problema de natalidad que tenemos los europeos?
NI conservación del planeta, ni verduras en vinagre, la cuestión es responsabilidad y un modo de vida sostenible no sólo económicamente, sino, económica y ecológicamente. Sacando partido a los recursos naturales en pos de necesidad y no de explotación y lucro.
Porritt, preside la Comisión para un Desarrollo Sostenible del Reino Unido, propone el control de la población como lucha contra el calentamiento del planeta, según ha informado el dominical 'The Sunday Times’. ¡Pero si son países como el suyo los que compran emisiones de gases de efecto invernadero a países subdesarrollados para contaminar a gusto!... ya que ellos se pasan del tope.
La natalidad no tiene que ver con el mal aprovechamiento de los recursos naturales que en Europa se poseen, no existe mayor riqueza que la misma tierra, y son sus empresas - afincadas en todos los continentes- los que hacen que el planeta se caliente, como cualquiera que va pillándose un buen cabreo, como me está pasando a mí en estos momentos.
O sea que para que ellos emitan gases de efecto invernadero más a gusto, yo debo consentir que el Estado me diga cuántos hijos puedo tener ¡manda narices!
Esta comisión publicará el próximo mes un informe donde propondrán a los gobiernos el recurso a la planificación familiar como forma de reducir el crecimiento demográfico.
Porritt, que tiene dos hijos, quiere persuadir a los grupos ecologistas para que hagan de la limitación demográfica un tema central de sus campañas de concienciación de los ciudadanos.
"A Greenpeace y a los Amigos de la Tierra quiero decirles que traicionan los intereses de sus miembros al negarse a debatir el tema del crecimiento demográfico, sólo porque puede resultar polémico", afirma Porritt.
Al tal Porrit le recomendaría que no recomendase nada a Greenpeace, ni a los Amigos de la Tierra porque ellos, simplemente, no piensan en los seres humanos como productos consumistas y emisionarios de gases, que cada uno es libre de parir los hijos que se gesten en sus vientres. A ver si ahora vamos a hacer criaderos de animales, y con los humanos, políticas exterminacionistas, castrantes o esterilizantes, hay varios términos para definir esta medida.
Según éste, Gran Bretaña soporta "uno de los mayores índices de embarazos de adolescentes en Europa y muchos de esos embarazos fructifican en criaturas, aunque a menudo esas mujeres no quieren ser madres". ¿Y qué hacemos? ¿Los matamos? ¿Qué hay de la educación? Yo a este señor lo colgaba por los pies, a ver si se le baja la sangre a la cabeza y recupera algo de cordura.
Y yo le mando a la porra a dicho asesor, ¿Cómo se atreve a decir semejante barbaridad con el problema de natalidad que tenemos los europeos?
NI conservación del planeta, ni verduras en vinagre, la cuestión es responsabilidad y un modo de vida sostenible no sólo económicamente, sino, económica y ecológicamente. Sacando partido a los recursos naturales en pos de necesidad y no de explotación y lucro.
Porritt, preside la Comisión para un Desarrollo Sostenible del Reino Unido, propone el control de la población como lucha contra el calentamiento del planeta, según ha informado el dominical 'The Sunday Times’. ¡Pero si son países como el suyo los que compran emisiones de gases de efecto invernadero a países subdesarrollados para contaminar a gusto!... ya que ellos se pasan del tope.
La natalidad no tiene que ver con el mal aprovechamiento de los recursos naturales que en Europa se poseen, no existe mayor riqueza que la misma tierra, y son sus empresas - afincadas en todos los continentes- los que hacen que el planeta se caliente, como cualquiera que va pillándose un buen cabreo, como me está pasando a mí en estos momentos.
O sea que para que ellos emitan gases de efecto invernadero más a gusto, yo debo consentir que el Estado me diga cuántos hijos puedo tener ¡manda narices!
Esta comisión publicará el próximo mes un informe donde propondrán a los gobiernos el recurso a la planificación familiar como forma de reducir el crecimiento demográfico.
Porritt, que tiene dos hijos, quiere persuadir a los grupos ecologistas para que hagan de la limitación demográfica un tema central de sus campañas de concienciación de los ciudadanos.
"A Greenpeace y a los Amigos de la Tierra quiero decirles que traicionan los intereses de sus miembros al negarse a debatir el tema del crecimiento demográfico, sólo porque puede resultar polémico", afirma Porritt.
Al tal Porrit le recomendaría que no recomendase nada a Greenpeace, ni a los Amigos de la Tierra porque ellos, simplemente, no piensan en los seres humanos como productos consumistas y emisionarios de gases, que cada uno es libre de parir los hijos que se gesten en sus vientres. A ver si ahora vamos a hacer criaderos de animales, y con los humanos, políticas exterminacionistas, castrantes o esterilizantes, hay varios términos para definir esta medida.
Según éste, Gran Bretaña soporta "uno de los mayores índices de embarazos de adolescentes en Europa y muchos de esos embarazos fructifican en criaturas, aunque a menudo esas mujeres no quieren ser madres". ¿Y qué hacemos? ¿Los matamos? ¿Qué hay de la educación? Yo a este señor lo colgaba por los pies, a ver si se le baja la sangre a la cabeza y recupera algo de cordura.
Carmen Padial.
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