España, uno de cada cinco ciudadanos en serio riesgo de convertirse en pobre.

Así es; y según dice un informe de la Comisión Europea realizado con datos del 2007 que -con la crisis serán peores-, estamos en la segunda posición al respecto del resto de Europa, y superados solo, por los habitantes de Letonia.

El 20% de nuestro pueblo corre riego de convertirse en pobre, en el caso de las mujeres un 30%, un 4% más que la media europea que es del 16%.
La CE destaca los escasos avances realizados en materia de protección social por parte de nuestro país a pesar de los años de bonanza que hemos tenido.

Romper el ciclo de transmisión de pobreza de generación a generación, reduciendo la elevada tasa de abandono escolar (del 31% en 2007, la media comunitaria es del 15,2), es una de las soluciones dadas por la Comisión. Los gastos públicos en educación de nuestro país son más bajos que la media europea, un 4,2% del PIB en 2005 frente a un 5,04% de media europea, para más inri.

Bruselas también afirma que en el caso de los niños españoles es el 24%, casi uno de cada cinco, mientras que en los ancianos es del 28%.
Las razones de esta pobreza potencial en nuestro país según la Comisión es por el hecho de que los gastos sociales, medidos en porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB), siguen estando perceptiblemente por debajo de la media de la Unión Europea (un 20,9% en 2006 frente al 26,9% de la UE). Las prestaciones de vejez y supervivencia representaron sólo un 8,4% del PIB.
La proporción de personas paradas en situación de pobreza el año pasado fue del 37%, cifra que se verá aumentada por la crisis, y sumemos que en el 6,2% de nuestros hogares no tiene trabajo ninguno de sus miembros actualmente.

En el 2007 sólo el 5,3% de los niños vivía en hogares sin ingresos, pero el 71% de los hogares con hijos a cargo en los que no trabajaba ninguno de sus miembros se encontraba por debajo del umbral de la pobreza, el 37% de los hogares con más de tres hijos a cargo se encontraba en riesgo de pobreza.
También nos advierten de que revisemos la viabilidad de nuestro sistema de pensiones ante las perspectivas de recesión económica, lógicamente conlleva el riesgo de no llegar a poder hacer frente a estos pagos.

Bruselas nos recomienda que reforcemos el vínculo entre contribuciones y prestaciones, que aumentemos los incentivos por permanencia en el mercado laboral para hacer más sostenible el sistema de pensiones vistas las previsiones de aumento de la población mayor en los próximos años.

Carmen Padial.