La única cooperativa de agricultura ecológica que actualmente existe en Mallorca está en Manacor.
Alrededor de 10 personas trabajan en cuatro fincas distribuidas en Capdepera, Manacor, Vilafranca, Montuiri y Esporles. Este grupo de pequeños agricultores ha logrado comercializar fruta y verdura cultivada íntegramente en tierras mallorquinas con métodos totalmente ecológicos.
Es un tema, que ya se ha tratado en varias ocasiones, y que en mi opinión, es el futuro del campo, por su continuidad, por su salud y la de quienes viven de él, suprimir los intermediarios en las ventas de sus productos.
Alrededor de 10 personas trabajan en cuatro fincas distribuidas en Capdepera, Manacor, Vilafranca, Montuiri y Esporles. Este grupo de pequeños agricultores ha logrado comercializar fruta y verdura cultivada íntegramente en tierras mallorquinas con métodos totalmente ecológicos.
Es un tema, que ya se ha tratado en varias ocasiones, y que en mi opinión, es el futuro del campo, por su continuidad, por su salud y la de quienes viven de él, suprimir los intermediarios en las ventas de sus productos.
Desde hace varios años, los productores quieren formar cooperativas, para vender individualmente en mercados, restaurantes o directamente al consumidor. Ahora pasarán a hacerlo de forma coordinada y organizada.
Esta forma de venta es un método de autoprotección de quienes viven del campo e intentan romper con la especulación que realizan los intermediarios de la fruta y la verdura.
«La idea de la cooperativa nace de la creciente demanda de romper con la viejas pautas y leyes marcadas por el comercio a gran escala» aseguró Mateu Noguera, integrante de la cooperativa.
El sistema de trabajo planteado, es el de la senalla ecológica. Con esta canasta que se vende a dos precios diferentes, 15 y 20 euros - incluido el precio de transporte -, se intenta romper con la idea de que consumir productos ecológicos y locales resulta caro para una familia tipo.
Estas canastas, incluyen verduras y frutas de temporada, por ejemplo: en invierno se distribuyen más coles, espinacas, zanahorias y calabazas, entre otros, y en verano prevalecen los pimientos rojos y verdes, tomates, berenjenas y calabacines. Las patatas, cebolla, lechuga, entre otras verduras básicas, están presentes en todas las temporadas.
«Nosotros podemos conseguir que el productor pueda obtener grandes beneficios» y fomentar la producción de nuevos productos ecológicos que se puedan cultivar en la Isla.
La consolidación de estos pequeños productores ha ido creciendo también gracias a la formación de grupos de consumo.
La Cooperativa Agrohoritzontal, fue la que abrió camino apoyando y defendiendo, mediante el consumo, los productos ecológicos y locales. Una Xarxa incluye un total de 14 grupos de consumo; cinco se ubican en Palma y nueve en la Part Forana. Gracias a estos grupos que defienden la producción ecológica, los agricultores pueden mantener sus precios y vivir de una forma más digna.
Si «logramos consumir productos ecológicos y locales, algo tan fácil como ir al supermercado y abastecernos de todo lo que necesitamos para alimentarnos, estaríamos dando un paso muy importante hacia el cambio», expresó Noguera.
La superficie dedicada a la agricultura ecológica era de 23.007 hectáreas; un 15,5% menos que hace un año. El incremento ha sido posible gracias a que 93 nuevos ganaderos y agricultores se han sumado a esta forma de trabajar el campo. En el archipiélago hay un total de 563 productores se que se dedican a esta actividad productiva, lo que representa un aumento del 16,5 por ciento respecto a hace un año. Mallorca cuenta con 427 payeses, Menorca con 79 e Eivissa con 55.
C.P
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