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sábado, 19 de abril de 2008

Alemania opta por exportar parados.

Es mejor deshacerte de alemanes, a que te llamen determinada cosa por deshacerte de los que no lo son.
"Alemán busca empleo en hoteles o turismo. Todos los costos de reubicación y transporte serán pagados por la Oficina Alemana del Trabajo".
Anuncios como éste pueden encontrarse en periódicos locales de Fuerteventura.
Alemania tiene una tasa de paro de 3,6 millones de personas, el 8%, un punto porcentual más arriba de la zona euro y se produce anualmente una emigración de 155.000 personas.
Los trabajadores a los que se les da el “empujoncito” para que marchen a otros países a conseguir trabajo pueden ser cualificados o no. Miles de desempleados ya se han acogido a dicha “ayuda” (Mobi) que concede el Servicio de Colocación Internacional de la Oficina de Trabajo.
El gobierno ya ha dado apoyo financiero para costes de traslado y transportes para la multitud de alemanes en situación de desempleo. Las preferencias son dentro de la Unión Europea, Australia o Canadá.
También se ofrecen cursos de idiomas a los desempleados. Un centro en la ciudad de Glauchau, en la zona este de Alemania, da clases de holandés y de otros idiomas para los alemanes que se preparan para abandonar el país. Además, forma a los futuros emigrantes en las costumbres de dichos países.
"Se otorgan en base a cada caso y no hay un límite de dinero. Los solicitantes deben tener un contrato y cumplir con ciertos criterios".
Francia descartó anteriormente este sistema. Diversos economistas y empresarios, piensan que pagar a la gente para que abandone un país con una población cada vez menor y una de las menores tasas de natalidad del mundo puede conducir al desastre.

"A corto plazo, la emigración saca a la gente de las listas de desempleo, pero a largo plazo estamos perdiendo trabajadores capacitados. Generalmente, los que se van son los mejores, y también están en edad de poder tener hijos", explica Werner Eichhorst, subdirector de política laboral del Instituto para el Estudio del Trabajo en Bonn.
La gente en edad de trabajar abandona el país ¿Quién trabajará entonces?
La lástima que se inculca a los ciudadanos para con otras razas, debería de ser examinada y pensar que no solo hay hambre en determinados países. Es una atrocidad pensar en un África sin gentes de raza negra, es una atrocidad ver una Alemania sin germanos. Pero aquí solo importa la globalización y el movimiento de capital.

Arawn
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