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miércoles, 21 de enero de 2009

Cuatro años de cárcel por vender libros.

Dicen que en la democracia todos somos libres, de pensar, opinar, profesar una u otra religión, y que los libros por supuestísimo, no se censuran, porque el sistema democrático es el del libre pensamiento y ahí entra la elección de la lectura que uno haga.
Todo lo dicho arriba, es la gran mentira de la democracia.
Hay un señor en Barcelona, que posee una pequeña librería. Este señor se llama Don Pedro Varela. Entre los temas que se distribuyen en sus estantes, hay diferentes temas, puede uno visitar su Web http://www.libreriaeuropa.es/ de venta online, para corroborar lo que aquí digo. Parece ser que es delictivo el que, entre esos estantes, haya libros sobre la doctrina nacionalsocialista.
Por ese “delito” piden para él cuatro años de cárcel, condena mayor que en algunos casos de pederastia, la misma condena recibida por el terrorista De Juana por el asesinado que le salió a ocho meses por muerto es mucho menor, o el omitir tu deber como juez y en consecuencia muera una niña, eso es solo significa una condena de 1.500 euros.
Vender libros, es mucho peor que abusar de un niño, que por omisión lo asesinen, o el matar a 25 personas.
Y repito que aquí hay varias omisiones de derechos para este librero de libre pensamiento. Uno en su negocio puede vender lo que le plazca, con sus licencias pertinentes, y si él vende libros, a no ser que haya una cláusula en la que se diga que solo de estas ideas, doctrinas, religiones, etc. creo que están vulnerando su derecho a decidir el material que ha de distribuir en su propio negocio.
Desde libros de autores como Carl Schmitt, Oswald Spengler, Platón, Salvador Borrego, Antonio Salas, Padre Apeles, H. P. Lovecraft, Lewis Carroll, Hans Christian Andersen, Miguel Delibes, Miguel de Unamuno, César Vidal, Richard Wagner, ya ven ustedes la variedad, se entremezclan libros escritos por León Degrelle, o Adolf Hitler, y ese es el crimen de este librero.
También ofrecer libros de investigadores, que ya sabemos difieren unos de otros, y que uno es libre de decidir que resulta de la investigación es la que adquirimos como propia -eso es lo que nos hace libres-. En esta librería se venden libros que se dicen revisionistas. Estos libros establecen otra verdad de la historia, con otros testigos, con resultado de investigaciones científicas a veces, y humanas en otros casos, como en cualquier tesis o revisión de un tiempo o suceso. Ofrecer esas otras investigaciones y opiniones es delito para nuestro sistema de libertades democrático. Tanto que esta en el código penal como delito.
En este país y en el resto de Europa, no esta permitido disentir en algunos aspectos de la historia.
Puedes leer libros sobre sadismo (si existe ese tipo de lectura) o ver películas. Se ampara legalmente a grupos como los Latins, que demostrada esta su trayectoria delictiva, el marxismo también habla de eliminaciones, o el Islam, la Torah, algunas sectas, los satanistas esquizofrénicos que acaban matando a pollos(con suerte) en la lápida que les apetezca o desenterrando al muerto de alguno que conozcamos o no, es el muerto de alguien y hay que respetarlo.
Todo eso esta amparado, y en muchos casos protegido.
Pero vender libros con doctrina nacionalsocialista no. ¿Dónde termina la libertad? Podría pasarme el gobierno el listado de libros u actividades que me son permitidas, porque si hay libros prohibidos, habrá actitudes prohibidas, y por lo tanto pensamientos, y en consecuencia opiniones, y en consecuencia… NO HAY LIBERTAD, y para este estado democrático lleno de mentiras, carcomido por su propia existencia, que es la mentira en sí, y el conjunto de topos creyentes en una luz que alguien les dijo que era existente en este sistema de gobierno se la ofrecía.
He leído salvajadas, que se pueden encontrar en el mismo Corte Inglés, el mismo libro editado en sonrisa vertical de “Lolita” o las memorias de “Klaus Kinski”, pero es peor leer sobre el nacionalsocialismo, parece ser.
A veces no sé porque se teme tanto a que se lean esos libros, los que tratan del nacionalsocialismo. Yo temería más las lecturas de esos otros, o los que incitan a la anorexia a las jovencitas, o a la practica de religiones que fomentan el odio, y muchos otros que jamás he leído y tal vez no lo haga, aunque soy de la opinión que para detestar o criticar debo conocer, así que no diré de esta agua no beberé.
Yo no temo a leer un libro sobre ETA en su defensa, o sobre el Islam, o sobre los enfermos bipolares, o sobre el budú, no tengo la estúpida superstición de que al leerlos se me puede engendrar un pequeño demonio en las entrañas y que dé como resulta un lavado de cerebro y una conversión al lado de los malos malísimos, esos de los que he leído en esos libros.
No entiendo que a alguien se le quiere encerrar cuatro años por vender libros sobre un tema en concreto, cuando hay mucha basura que está incluso entre los más vendidos, películas que incitan al odio, al asesinato, al sadismo. Series que incitan a la pederastia o a la copulación entre los menores de edad alegremente como algo way. Luego nos quejamos de cómo va la sociedad y que los niños tengan comas etílicos con 12 años, o anden ya por el 4º aborto.
Es preferible represaliar, y encerrar por vender libros sobre un tema tabú como el nacionalsocialista. Si señor, es el problema más grave de esta sociedad, es lo que hace que pasen las barbaridades que pasan y sin esos libros el mundo estará más a salvo. ¡Menudo con junto de libertades encorsetadas y amordazadas, nos venden!, lo malo es que hay quien las compre.
En su escrito de acusación, la Fiscalía imputa al señor Pedro Varela, dueño de la librería Europa, los delitos continuados de difusión de ideas que justifican el genocidio y de provocación al odio y a la discriminación racial, por los que pide una condena de dos años de cárcel por cada uno de ellos. En 1998 ya fue condenado a siete meses de cárcel por los mismos motivos.
El señor Varela ha asegurado poco después de conocer la postura del fiscal, que recurrirá contra la petición, añadiendo que se le "persigue" por "un delito de opinión que ni tan siquiera se ha cometido". Ha argumentado que:
"Me dedico a vender libros de otros autores, tal y como se hace en muchos otros sitios", por lo que reduce sus enfrentamientos con la Justicia a "un mero proceso político".
Asegura que "no tengo ninguna intención de dejar de vender los libros". Y que "todos los títulos que secuestraron en los registros [en 1998 y 2007] vuelven a estar editados" y promete "doblar la publicación de libros".


Un ejemplo de hombre libre y luchador. Un SEÑOR, por muchas más cosas, que por vender los libros que le apetezca.
Para quien no lo sepa, si pones una librería, pásale la lista de títulos que vayas a poner a la venta al Ministerio, para que te autorice los que ellos crean que los ciudadanos debemos leer, no sea que te encuentres con que te esposan y expolian los estantes, porque te hacen responsable de lo que tus libros quieran o no quieran contar. O que algo escrito sea automáticamente algo delictivo.


Carmen Padial.

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