Y mejor despedir a 34 currantes a secas, que a 34 empleadas reclusas.
Las instalaciones de Claved, recibió el 22 de diciembre un galardón de la Conselleria de Justicia por emplear a 34 reclusas de la cárcel de Brians I en colaboración con el Centre d'Iniciatives per a la Reinserció (Cire). Hasta ahí podíamos pensar que perfecto, aunque vea discriminación porque ya sabemos las gratificaciones que tienen estos samaritanismos, y porque creo que los trabajos no se dan al dedillo sino por esfuerzo y capacitaciones.
Bien, tras ese galardón podían darle otro galardón, el de explotadores, de ser cierta la denuncia que hacen los 34 trabajadores NO RECLUSOS que se enfrentan a un ERE unas semanas después de contratar a estas 34 señoras presidiarias.
Su planta de Lliçà de Vall (Vallès Oriental) cuenta con 78 trabajadores de los cuales, como he mencionado anteriormente 34 se verán sometidos al respectivo ERE en el que por supuesto no entran las reclusas. Se dedican al montaje de paneles eléctricos.
Los empleados normales con contrato en Claved cobran 1.000 euros mensuales como mínimo, las reclusas de Brians perciben poco más de 200 euros al mes por trabajar 6,5 horas diarias, según explica el Col.lectiu Ronda (despacho de abogados) que lleva a trámite la denuncia de esos trabajadores, en la que consta y reclama que la empresa se quiere aprovechar "de las ventajas de la política de reinserción de la Generalitat para obtener mano de obra barata y fácil de despedir". "Es una nueva forma de precarización del trabajo".
Obviamente las reclusas cuentan con pensión completa y esa no es mi indignación o llamada de atención, o el cobro de determinada cantidad por x número de horas, es que se le dé prioridad al contrato de un recluso, que no tiene que pagar una hipoteca o mantener una familia, que no se va a quedar en ninguna instancia en la calle, frente al contrato de una persona trabajadora que tiene la desgracia de no ser un condenado por la “justicia” de este país.
Habrá que ir entrando en la cárcel para ir teniendo un trabajo seguro y según el delito, lo mismo es fijo.
Las instalaciones de Claved, recibió el 22 de diciembre un galardón de la Conselleria de Justicia por emplear a 34 reclusas de la cárcel de Brians I en colaboración con el Centre d'Iniciatives per a la Reinserció (Cire). Hasta ahí podíamos pensar que perfecto, aunque vea discriminación porque ya sabemos las gratificaciones que tienen estos samaritanismos, y porque creo que los trabajos no se dan al dedillo sino por esfuerzo y capacitaciones.
Bien, tras ese galardón podían darle otro galardón, el de explotadores, de ser cierta la denuncia que hacen los 34 trabajadores NO RECLUSOS que se enfrentan a un ERE unas semanas después de contratar a estas 34 señoras presidiarias.
Su planta de Lliçà de Vall (Vallès Oriental) cuenta con 78 trabajadores de los cuales, como he mencionado anteriormente 34 se verán sometidos al respectivo ERE en el que por supuesto no entran las reclusas. Se dedican al montaje de paneles eléctricos.
Los empleados normales con contrato en Claved cobran 1.000 euros mensuales como mínimo, las reclusas de Brians perciben poco más de 200 euros al mes por trabajar 6,5 horas diarias, según explica el Col.lectiu Ronda (despacho de abogados) que lleva a trámite la denuncia de esos trabajadores, en la que consta y reclama que la empresa se quiere aprovechar "de las ventajas de la política de reinserción de la Generalitat para obtener mano de obra barata y fácil de despedir". "Es una nueva forma de precarización del trabajo".
Obviamente las reclusas cuentan con pensión completa y esa no es mi indignación o llamada de atención, o el cobro de determinada cantidad por x número de horas, es que se le dé prioridad al contrato de un recluso, que no tiene que pagar una hipoteca o mantener una familia, que no se va a quedar en ninguna instancia en la calle, frente al contrato de una persona trabajadora que tiene la desgracia de no ser un condenado por la “justicia” de este país.
Habrá que ir entrando en la cárcel para ir teniendo un trabajo seguro y según el delito, lo mismo es fijo.
Carmen Padial.
2 comentarios:
A veces, solo a veces...
La condena a sido por un error, en la vida, porque, fácil es errar...
Que no estoy deacuerdo con el ERE...
Pues no....
Pero es posible, que alguna reclusa, además de la deuda social, tenga
que sufrir las injusticias de la própia ley que la juzgó, y que del mismo modo la condenaron....
Evidentemente, las empresas saben la mejor forma de reducir costes...
En todo caso, mejor no tener que ir a la cárcel....
Salu2sssss......
Y cierto es ese a veces.
Pero es que cobran el paro y esas cosas, no solo este beneficio. Que si tu o yo nos vamos a la cale en la empresa, en la calle estamos, ellas seguirían dentro con sus necesidades básicas cubiertas.
La ley es sumamente injusta en muchos aspectos, es cierto que cada uno tiene su sentido de la justicia,pero ya nos metemos en temas filosóficos €rik.
Pero te entiendo y lógicamente hay casos como los que tu apuntas.
Y mejor que no tener que ir a la cárcel jejeje eso por supuesto.
Saludos.
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